Este 6 de Noviembre, a las 20 hrs, se estrenará la obra "Diez Claroscuros" de Pablo Di Liscia en la Sala Guastavino del Centro Nacional de la Música, Mexico 564, Bs As, Arg.
Idea, Creación Sonora y Dirección: Pablo Di Liscia;
Diseño de Iluminación: Gonzalo Córdova.
DOMINGO 6 DE NOVIEMBRE, 20 HS.
(dada la capacidad limitada de la sala, se recomienda
asistir a las 19:30 hs)
CENTRO NACIONAL DE LA MUSICA
MEXICO 564
SALA "CARLOS GUASTAVINO"
CICLO DE OBRAS MULTIMEDIA
Secretaria de Cultura de la Nacion
Centro Nacional de la Música
Diez Claroscuros
Para sonido envolvente y luces
Idea, dirección y creación sonora: Pablo Di Liscia
Sobre poemas de Jorge Luis Borges, Manuel José Castilla, Julio Cortázar, Oliverio Girondo, Leónidas Lamborghini, Olga Orozco, Juan Laurentino Ortiz, Alejandra Pizarnik, Paco Urondo, y Juan Rodolfo Wilcock.
Diseño de iluminación: Gonzalo Córdova
Voces: Laura Ferrarese, Omar Lobos y Fiódor Shabashov
Direccion de Sonido: Daniel Hernández
Técnico de Sonido digital: Rafael Subía Valdez
Grabación de voces: Miguel Piermarini
Comentario del Autor
Esta obra, para sonido envolvente en tres dimensiones y luces, fue inicialmente creada a instancias de un encargo de la Secretaría de Cultura de la Nación para la Sala “Alberto Williams” (antigua sala de lectura de la ex Biblioteca Nacional) y está construída a partir de varias ideas entrelazadas. Por un lado, la poesía argentina en su ámbito, la antigua Biblioteca Nacional, con todo lo que significa su tradición y sus características acústicas. Por otro lado, los poemas seleccionados (de Jorge Luis Borges, Manuel José Castilla, Julio Cortázar, Oliverio Girondo Leónidas Lamborghini, Olga Orozco, Juan Laurentino Ortiz,
Alejandra Pizarnik, Paco Urondo, y Juan Rodolfo Wilcock), involucran a la noche desde distintas perspectivas, como son el anochecer, el insominio, la vigilia, los sueños, las pesadillas, y el amanecer.
Finalmente, la luz, que materializa a lo que en la noche está ausente, es escaso, distinto, o misterioso.
La obra no tiene “frente” y está pensada para que los oyentes circulen en el espacio rodeado por los altoparlantes, o bien permanezcan sentados con cualquier orientación.
El título realiza una doble alusión: por un lado, las zonas entre la luz y su ausencia que son generadoras de forma. Por el otro, las múltiples instancias que surgen entre la referencia, la sonoridad y la forma, que son
la esencia de la poesía, y que la electroacústica puede recrear con una intensidad y una precisión inédita en el arte sonoro.